La cistitis es un trastorno inflamatorio de la vejiga urinaria que se caracteriza por el escozor al orinar, así como el deseo constante de ir al baño o el dolor en la zona abdominal, justo encima de la vejiga, entre otros síntomas. Dicha enfermedad es causada por una bacteria llamada Escherichia Coli (E. Coli) que proviene del intestino y se extiende hasta la vejiga provocando la irritación de la mucosa y los síntomas de inflamación. Su gran incidencia entre la población -en el caso de las mujeres, incluso, de manera repetida-, hace que cada vez estemos más interesados en conocer cuáles son los hábitos más idóneos para poder prevenirla.
Contrariamente a lo que piensan muchas personas, este tipo de infección urinaria, una de las más frecuentes en nuestra sociedad, no entiende de sexos, aunque bien es cierto que ellas, entre los 20 y los 50 años, son las principales ‘víctimas’ de esta patología. El recorrido de la uretra hasta la vejiga es mucho más corto que en los hombres, lo que aproxima la abertura de la uretra al ano y aumenta las posibilidades de que las bacterias alcancen el tracto urinario. No obstante, es a partir de la etapa adulta y de la vejez cuando los varones padecen de manera más continuada problemas de obstrucción o inflamación de las vías urinarias.
La bacteria que causa cistitis en la mayoría de los casos es E.coli, habitualmente colonizada por el propio paciente.
Algunas de las principales causas que favorecen la aparición de cistitis son:
- Generalmente, la mayoría de pacientes que sufren cistitis crónica han tenido un proceso de malos hábitos sociales agregados a que retienen la orina constantemente por mucho tiempo.
- La ropa muy ajustada o que dificulte la transpiración de la región perinea pueden favorecer la proliferación de bacterias.
- Bien es cierto que el factor climático es importante porque las altas temperaturas y la humedad favorecen el crecimiento de bacterias, pero no es la principal causa para el aumento de la cistitis, sino otros hábitos como la humedad en los bañadores, el agua fría o el aumento de relaciones sexuales.
Podemos tomar precauciones para evitar el crecimiento de bacterias:
- Cambiar el bañador después de cada baño, evitar ropas ajustadas y utilizar ropa interior de algodón.
- En nuestra higiene íntima debemos utilizar jabones con un pH que respete la flora vaginal, siempre de delante hacia atrás y secando en la misma dirección.
- Ingerir diariamente de 1,5 -2 l de agua para facilitar la expulsión de las bacterias, orinando cada 2 o 3 horas, así como antes y después de mantener relaciones sexuales. Evita excitantes como el alcohol, la cafeína o el tabaco. Las bebidas carbonatadas tampoco son recomendables para prevenirla.
- Combatir el estreñimiento y no posponer la evacuación para evitar la colonización de tejidos cercanos al tracto urinario
- Si se produce durante el periodo menstrual, se debe reconsiderar el uso de tampones ya que, además de evitar la lubricación normal, presionan la uretra dificultando el vaciado total de la vejiga.
- Consumir Arándano Rojo Americano, una ayuda natural que evita que las bacterias como la coli penetre en las vías urinarias causando la infección.
El Arándano Rojo Americano actúa como antiadherente bacteriano. Si bien la bacteria E. coli “se pega” a las paredes de la vejiga como si se tratase de un velcro, el Arándano Rojo actúa como si pusiéramos un papel entre las dos partes del velcro: Impide su adhesión y, por tanto, su penetración en el tejido de la pared de las vías urinarias. El Arándano se pude consumir a nivel preventivo (una toma por la noche) durante largos periodos de tiempo. Aunque también se puede utilizar como apoyo de los antibióticos durante el curso de la infección (dos tomas diarias, una cada 12 horas).
En La Botica de Laura disponemos de varios formatos que se podrán adecuar a tus necesidades, tanto a nivel preventivo como tratamiento. Además, podrás tomarlo como parte de tu alimentación favoreciendo una dieta sana y equilibrada.
Sin comentarios